en los Tres Planos: Físico, Emocional y Espiritual
La mirada es mucho más que un gesto físico o una forma de comunicación. Es una llave que abre portales, un puente invisible que conecta los distintos niveles del ser humano: el cuerpo, las emociones y el alma. Entender la mirada en los tres planos nos permite ampliar la conciencia, profundizar nuestras relaciones y despertar aspectos olvidados de nuestra espiritualidad.
Como terapeuta emocional y canalizador espiritual, he acompañado a muchas personas en el descubrimiento de esta poderosa herramienta de conexión. En este artículo exploraremos cómo funciona la mirada en cada plano —físico, emocional y espiritual— y cómo podemos utilizarla conscientemente para transformar nuestras vidas.
La frase la mirada en los tres planos hace referencia a la capacidad que tienen nuestros ojos de reflejar, proyectar y recibir información desde tres dimensiones fundamentales del ser humano:
- Plano físico: el cuerpo, el lenguaje no verbal, la percepción sensorial.
- Plano emocional: los sentimientos, la energía que emana desde el corazón.
- Plano espiritual: el alma, la conexión con lo divino, los mensajes sutiles del universo.
Comprender esta multidimensionalidad nos invita a mirar más allá de lo visible y desarrollar una visión interior más sabia, más amorosa y más intuitiva.
La Mirada en el Plano Físico
Desde lo físico, la mirada en los tres planos comienza con los ojos como órganos del cuerpo. Captan imágenes, luz, movimiento. Sin embargo, en el plano físico, también son poderosos emisores de energía.
Lenguaje corporal y presencia
Una mirada firme puede transmitir seguridad, mientras que una mirada evasiva puede expresar miedo o incomodidad. Aprender a leer el lenguaje ocular en este plano nos ayuda a interpretar situaciones, fortalecer la comunicación no verbal y estar más presentes en nuestros vínculos.
Ejercicio físico con la mirada:
Observa a una persona durante una conversación. ¿Cómo mueve los ojos? ¿Los sostiene? ¿Los baja? Haz lo mismo frente a un espejo. Esta práctica aumenta la conciencia corporal y fortalece tu presencia energética.
La Mirada en el Plano Emocional
Aquí es donde empezamos a sentir el impacto de la mirada en los tres planos en un nivel más sutil. Las emociones fluyen a través de los ojos. ¿Nunca sentiste que alguien “te miró con el alma”? Esa sensación nace del plano emocional.
Los ojos como espejo del alma emocional
En este plano, la mirada es vulnerable, auténtica y honesta. A veces habla más que mil palabras. Puede contener tristeza profunda, amor incondicional, ternura, ira o miedo. Aprender a reconocer las emociones que se asoman en una mirada nos permite entrar en una comunicación más empática y verdadera.
El poder de una mirada amorosa
Una mirada que acoge, sin juzgar, puede sanar. Puede devolverle la dignidad a alguien que se siente roto. Es una herramienta esencial en la terapia emocional y también en nuestras relaciones cotidianas.
La Mirada en el Plano Espiritual
Este es el nivel más sutil y quizás el más transformador de los tres. La mirada en los tres planos cobra aquí un carácter sagrado. Los ojos no solo ven lo visible, sino que pueden percibir lo invisible. Canalizan mensajes, revelan almas afines, activan memorias de otras vidas.
Mirada canalizadora y espiritual
Cuando conectamos con alguien desde este plano, se genera un tipo de reconocimiento ancestral. Es como si el alma recordara algo que la mente no comprende del todo. En mis sesiones como Medium Mage, muchas veces la mirada es el primer canal por donde se manifiestan seres queridos del más allá o energías guía.
Ejercicio espiritual con la mirada:
Practica el «mirar con el alma». En silencio, observa a alguien sin interpretar, sin juzgar, sin esperar. Solo permite que tu mirada se convierta en un canal limpio. Luego escribe lo que sentiste, lo que captaste más allá de lo físico.
¿Qué revela tu propia mirada?
La forma en que miras al mundo dice mucho sobre cómo te sientes contigo mismo. ¿Tu mirada es dura? ¿Se apaga fácilmente? ¿Se pierde o evita el contacto? Explorar tu propia mirada en los tres planos te ayudará a conocerte mejor y a descubrir bloqueos que pueden estar afectando tu conexión con los demás.
Autodiagnóstico:
- ¿Te cuesta sostener la mirada de otro?
- ¿Sientes que tu mirada está cansada, sin brillo?
- ¿A veces miras pero no ves?
Responder con honestidad puede abrir puertas a procesos de sanación muy profundos.
La mirada en los tres planos como herramienta de sanación
Utilizada de forma consciente, la mirada se convierte en un acto de amor. Puede desbloquear memorias, liberar emociones, iniciar procesos de perdón y reconexión.
En sesiones individuales, muchas veces comienzo con un ejercicio de “mirada consciente”. Lo que se activa en ese momento es profundo: personas que no se miraban hace años vuelven a reconocerse, almas que buscaban consuelo lo encuentran, y corazones cerrados empiezan a abrirse.
Cómo aplicar esto en tu día a día
- Haz pausas y mira con intención.
No mires por mirar. Mira para conectar. - Observa tu energía antes de mirar.
Tu estado emocional afecta lo que transmites con tus ojos. - Practica frente a un espejo.
Mira tus propios ojos. ¿Qué ves? ¿Qué emociones emergen? - Ofrece una mirada amorosa a alguien cada día.
Puede cambiarle el día a esa persona… y también el tuyo.
La mirada es un puente entre mundos
La mirada en los tres planos es una herramienta de conexión total. A través de los ojos, tocamos lo visible, lo invisible, lo emocional, lo espiritual. Mirar no es solo ver. Es abrir el corazón, permitir el vínculo, dejarse atravesar.
Te invito a que hoy mires desde otro lugar. Que uses tu mirada como una oración silenciosa. Que honres su poder, su energía y su verdad.
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